lunes, 28 de enero de 2013

Adicciones


Hasta hace pocos años, según Catacora (2012), las adicciones se vinculaban a un origen socio genético y el tratamiento quedaba relegado a tratar las complicaciones orgánicas que producía. Sin embargo, en la actualidad, la investigación en neurociencias ha revolucionado nuestra comprensión de las adicciones y han permitido devolver al campo de la biomedicina el estudio, investigación y tratamiento de estos trastornos.
Las drogas psicoactivas generalmente se definen como sustancias que alteran el estado de ánimo, el pensamiento, la conducta, la percepción de la realidad. En general,  afectan los procesos mentales, el comportamiento, el razonamiento y producen cambios en los estados de atención, los tiempos de reacción y la percepción del mundo.  Todos estos efectos se producen por la acción de las drogas sobre el sistema nervioso central (SNC).
 La definición más exacta de adicción, dada por NIDA (1999) citado por Catacora (2012) es que ésta es una enfermedad compleja caracterizada por un uso compulsivo y, en ocasiones, unas ansias incontrolables de consumir; búsqueda y consumo que persisten aun cuando se experimenten consecuencias extremadamente negativas.
 Las causas de un trastorno de adicción o dependencia a una droga son muchos factores que interaccionan entre sí, como la genética, los factores psicológicos como la personalidad, el sentimiento de placer y de alivio del dolor que causan las drogas; también se encuentran los factores sociales y culturales como la familia, los amigos, presión de grupo y normas culturales que pueden favorecer el consumo de una sustancia como la fácil y rápida disponibilidad de esta. 
Para describir a las personas  que parecen esclavizadas a las drogas, se utiliza el término “adicción” o “dependencia”. Entre los científicos existe cierto desacuerdo respecto a cómo definir estos términos.
En la primera definición, de corte más fisiológico, según Kalant (1968) citado por Capponi(s.f), se presentan 3 requisitos para diagnosticar el trastorno de adicción o dependencia: en primer lugar, la persona es psicológicamente dependiente de una droga o varias de estas,  en segundo lugar, la persona necesita cada vez mayores cantidades de la sustancia para experimentar el mismo efecto (reacción fisiológica llamada “tolerancia”) y, por último, la persona responderá físicamente de manera negativa cuando no consuma la sustancia (reacción fisiológica llamada “abstinencia”).
Una segundo planteamiento,  de corte más conductual y psicológico, según la American psychiatric association (1994) citado por Capponi (s.f)  se basa en las “conductas de búsqueda de drogas” como medida de dependencia. Estas son: consumo repetido de una droga, necesidad desesperada de ingerir más de la sustancia (robar dinero, estar afuera en el frío para fumar) y la probabilidad de que ese consumo se repita después de un periodo de abstinencia.
Otra definición dada por Trastornos Relacionados con Sustancias (s.f), es que la adicción es un grupo de síntomas cognoscitivos, comportamentales y fisiológicos que indican que el individuo continúa consumiendo la sustancia, a pesar de la aparición de problemas significativos relacionados con ella. Este autor, resalta  la “necesidad irresistible”  de consumo (craving) que se observa en la mayoría de los pacientes con dependencia de sustancias.